El cernícalo primilla
El cernícalo primilla ( Falco naumanni ) es una pequeña rapaz diurna, migradora estival tradicionalmente ligada a ambientes urbanos. Nidifica principalmente bajo teja o en oquedades de edificios y ocupa con facilidad espacios artificiales.
Se alimenta principalmente de insectos y también de pequeños mamíferos que caza en zonas de cereal y pastizal. Evita las zonas de cultivo intensivo. Su área de cría es toda la franja mediterránea, llegando hasta las estepas asiáticas y norte de China. Inicia la migración a final del verano. La población occidental migra a África subsahariana y la oriental a suráfrica.
Estado de conservación y amenazas
A pesar de su amplia distribución la población global ha sufrido un dramático descenso*.
* Esta tendencia negativa prevé un 98% de probabilidad de extinción de la especie en el sur de España en los próximos 200 años (Hiraldo, F., Negro, J. J., Donázar, J. A., Gaona, P. (1996). A demographic model for a population of the endangered lesser kestrel in southern Spain. Journal of Applied Ecology, 33: 1085-1093.)
Actualmente el cernícalo primilla está catalogado como “Vulnerable” por la UICN.
En España se considera «Especie de Interés Especial» (R. D. 439/90, Ley 42/2007) y “Vulnerable” según el Libro Rojo de las Aves de España (LR05).
La principal amenaza de la especie es la pérdida de hábitat de alimentación en las zonas de cría debido a los cambios radicales producidos en la agricultura tradicional. La transformación de zonas de secano en regadío y el uso indiscriminado de insecticidas afectan a la base fundamental de su dieta.
Otro obstáculo que encuentra la especie es la eliminación de huecos de nidificación y que habitualmente es causado por el abandono de edificios o restauraciones inapropiadas de lugares donde se ubican sus colonias.
¿Por qué debemos preservar las poblaciones de cernícalo primilla?
El cernícalo primilla es una especie eminentemente insectívora por lo que se le puede calificar como un aliado incondicional del agricultor y quizás como uno de los “biocidas” naturales más eficaces. Por este motivo su declive poblacional afecta directamente a la vulnerabilidad de nuestros cultivos ante las temidas plagas de insectos.
Su presencia en el medio podría identificarse incluso como un indicador natural de la calidad ambiental de un ecosistema.
“El futuro de esta y otras especies es también nuestro futuro”